Cuando una persona tiene alergia a los ácaros del polvo presenta una serie de síntomas que son similares a los provocados por otras alergias.
En ocasiones se pueden confundir estos síntomas con los de un resfriado común, pero a diferencia de éste, la alergia a los ácaros del polvo no provoca fiebre y tiene una duración mayor (normalmente de varias semanas).
Los síntomas más comunes de la alergia a los ácaros del polvo son, en orden de gravedad:
- Rinitis o rinoconjuntivitis: picor nasal, moqueo, ojos congestionados que escuecen y lagrimean.
- Asma, tos seca e irritación de la garganta además de estornudos continuados.
- Dificultad para respirar con normalidad. Principalmente la persona puede experimentar ruidos torácicos (silbidos o pitidos) o sensación de opresión en el pecho o sensación de falta de aire.
Éstos son los síntomas más comunes. La alergia a los ácaros no se asocia a reacciones que provoquen anafilaxia. Con medicación y tomando una serie de precauciones los síntomas pueden mejorar y disminuir notablemente.
Más información sobre la alergia a los ácaros.